La revolución popular que estalló este sábado en Sri Lanka ha forzado la dimisión del presidente del país, Gotabaya Rajapaksa. Lo ha confirmado a primera hora de este lunes el propio mandatario: dimitirá el 13 de julio. Cede así a las presiones de múltiples frentes desde las formaciones políticas y asociaciones civiles del país por su incapacidad para atajar la crisis económica más grave de la historia de la nación.
Tras meses de turbulencias de todo tipo en Sri Lanka, miles de manifestantes irrumpieron el sábado en los principales edificios gubernamentales de la capital (Colombo), incluida la residencia oficial del presidente. Luego incendiaron la vivienda del primer ministro Ranil Wickremesinghe, que también ha dimitido. Ahora, un gobierno de concentración deberá convocar elecciones.
De este modo, tras unas protestas que se iniciaron 31 de marzo, el presidente Rajapaksa claudica. Pero ¿cómo ha llegado Sri Lanka a esta situación?
Corrupción y nepotismo
Han sido meses de protestas por la falta de alimentos y combustible. Las dificultades para enfrentar el día a día han llevado a miles a señalar a lo más alto del poder del país. Lo que le faltaba a Rajapaksa, que ya estaba siendo acusado de corrupción y nepotismo. Sin ir más lejos, colocó a su hermano Mahinda como primer ministro (en el tuit el nombramiento del nuevo). La presión de la calle forzó su cese el pasado mes de mayo.
My best wishes to the newly appointed PM of #LKA, @RW_UNP, who stepped up to take on the challenging task of steering our country through a very turbulent time. I look forward to working together with him to make Sri Lanka 🇱🇰 strong again. pic.twitter.com/ysIZGH3wfA
— Gotabaya Rajapaksa (@GotabayaR) May 12, 2022
Balanza de pagos
Sri Lanka se enfrenta a problemas de balanza de pagos desde la década de 1950. Si ha podido salvar la situación ha sido gracias a los dólares obtenidos de los préstamos, el turismo y las remesas de los trabajadores en el extranjero.
Sin financiación
Cuando fue elegido en 2019, el presidente Rajapaksa empezó recortando los impuestos. Al mermar los ingresos del Estado, las agencias de calificación rebajaron la calificación crediticia del país. Eso a su vez hizo que Sri Lanka tuviera más dificultades para pedir y conseguir préstamos en los mercados internacionales de capital.
La pandemia
Y en ese contexto, toda una zarzuela de problemas, llegó la pandemia del covid. Se esfumó una enorme parte de las remesas enviadas por los trabajadores extranjeros y cayeron los ingresos del turismo, cuenta Al Jazeera. En 2021, la deuda externa llegó al 101% del PIB.
Deuda externa
Tal era la situación de Sri Lanka, que ese mismo año algunos economistas advirtieron de que el país iba a tener serios problemas para pagar su deuda externa. Algunos instaron a Rajapaksa a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI). Los principales acreedores son Japón, el Banco Asiático de Desarrollo y China.
Mahinda Rajapaksa hizo a Gotabaya ministro de Defensa y cuando éste llegó a presidente hizo a Mahinda primer ministro
La inflación
A lo largo de 2022, la inflación se ha disparado hasta casi el 55%. El Banco Central del país asegura que en los próximos meses se podría llegar al 70%, detalla la BBC.
Un nuevo gobierno
A falta de nuevas elecciones, el partido del presidente Rajapaksa sigue siendo mayoritario en el Parlamento de Sri Lanka. Se espera que un gobierno encabezado por el presidente del parlamento dirija la transición política hacia una nueva administración.
Un mes de plazo
El Parlamento debe elegir al próximo presidente en el plazo de un mes. Y no va a ser fácil. El partido del presidente Rajapaksa sigue siendo mayoritario en la cámara y, sin embargo, los parlamentarios deben elegir a alguien que tenga la aprobación de los ciudadanos que han ganado la calle o sus protestas continuarán.
Negociar con el FMI
Rajapaksa accedió a negociar con el FMI. Sri Lanka necesita un gobierno -estable- que prosiga con las negociaciones iniciadas en junio. El país ha pedido un rescate de 4.000 millones de dólares.
El clan de los Rajapaksa
En Sri Lanka llevar el apellido Rajapaksa no es cualquier cosa. Esta familia lleva dominando el país desde 2005. Aquel año fue elegido presidente del país Mahinda Rajapaksa. Gotabaya, que se había ido a Estados Unidos en 1998, regresó aquel año para apoyar la campaña electoral de su hermano. Éste le nombró ministro de Defensa.
Con Gotabaya como máxima autoridad militar, Sri Lanka acabó venciendo en su guerra contra los Tigres Tamiles. A ojos del pueblo, esa victoria le dio prestigio y cuando se presentó a las presidenciales de 2019, las ganó de forma aplastante (y después las generales de 2020).
Y si Mahinda Rajapaksa metió a Gotabaya en su gobierno, luego Gotabaya hizo lo propio con Mahinda. Le convirtió en primer ministro. Fue hasta el pasado mes de mayo, cuando la presión de la calle le obligó a dimitir.
Ahora, con el pueblo tomando el palacio presidencial, no parece que Sri Lanka quiera dar más oportunidades a ningún integrante del clan de los Rajapaksa.
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